Un hombre que se apasiona de una mujer actúa como si hubiese sido golpeado por un rayo.
Su vida cambia en un glorioso instante. Puede ser por su belleza, su gracia o porque destila sexualidad. Sea por lo que sea, su cuerpo se enciende.
Y no importa si es igual o muy diferente a él. De hecho, las diferencias atraen. La suavidad, la dulzura, la calidez… La convierten en un ser mágico y perfecto.
Al principio puede necesitar una señal que le diga, si, tú, acércate. pues lo estimula a superar sus miedos.
O al menos necesita saber que esa mujer le necesita, especialmente en la cama, porque siente, disfruta, juegan y se divierten. Porque ese momento que pasan juntos es algo entre ellos dos.
En su juventud puede que este hombre solo disfrutara de estar satisfecho, de servirse a sí mismo, pero cuando madura la autogratificación ya no resulta tan satisfactoria. Para experimentar satisfacción necesita la pasión que solo esa mujer puede darle.
Por eso me gustan los hombres mayores que yo. Porque saben lo que quieren, porque no se andan con rodeos, porque son, simplemente, geniales. Y por eso esa mujer trata de darles lo mejor de ella misma.
Yo suelo ser esa mujer para muchos hombres…Y sinceramente… ¡¡¡Me encanta!!!
Como te entiendo porque he sentido en mi mucho de lo que esa mujer bella da y que ha resultado tan placentero, como su saber estar, inteligencia, sensibilidad, sexualidad, dulce y apasionada al mismo tiempo y eso que solo era la primera vez. Digo solo porque ya estoy deseando que pronto haya una próxima.
Esa mujer eres tú Sofía.
Kino
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Muchísimas gracias Kino!!! El placer fue igualmente mío y claro que sí, yo también deseo que pronto haya una próxima!!!
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