Generalmente no me gusta presumir… Pero no creo que haya nada de malo en juntar unas cuantas palabras bonitas de las que me decís y unirlas en un post que os dedico con mucho cariño porque sois muy guays y muy geniales.
¿Y qué dicen de mí así a grandes rasgos?
Pues que acostarse conmigo es a la par tierno y apasionante, increíble, que me implico, que me entrego, que disfruto, que no finjo y que soy igual de natural fuera de la cama que dentro. Que esa naturalidad es física e intelectual. Que soy naturalmente guapa de cara, con ojos color miel y carnosos labios. Que mis pechos son blanditos y naturales al tacto, como el pecho materno y que cuando se tocan por primera vez nunca se quiere que sea la última. Que mi altura, con o sin tacones, encanta al igual que mis curvas. Que mi piel es suave como la seda. Dicen también que mis largas y esbeltas piernas embelesan y que mi sexo es bonito, limpio, pequeño, y blandito y que da mucho gusto comerlo. Y dicen, y es lo que más me gusta oír, que destaco por mi inteligencia, mi escritura, mi personalidad, mi sagaz conversación y mi carácter cálido y sencillo. También dicen que mis citas son para repetir. Que las empiezo con dulzura, suavidad besos y caricias. Que mi francés es suave y a ratos profundo y que gusta el ritmo con el que lo hago. Que me gusta cabalgar cual jinete sobre su potro desbocado y que a cuatro patas aguanto tan bien el ritmo mientras gimo que el calentón que se siente entre mi acompañante y yo es tan intenso que es inevitable que llegue un sudoroso final en forma de orgasmo placentero.
¿Y que más dicen? Pues que soy fuerte, intensa y que lo transmiten mis ojos. Que entro en la vida de las personas de refilón y que acabo quedándome, porque no me olvidan.
Y la verdad, solo puedo daros las gracias por ser así, por quererme tanto, mimarme y hacerme sentir tan bien. Por mi parte intento dar mucho de mí para devolveros lo que obtengo de vosotros. Y parece que la cosa funciona.